lunes, 23 de noviembre de 2015

EL PARADIGMA DE LA PEDAGOGÍA LIBERADORA


Respecto a la pedagogía liberadora resulta una obligación ineludible comentar que fue en los años setenta cuando el pedagogo Paulo Reglus Neves Freire, conocido mundialmente como  Paulo  Freire,  marco   un   avance   cualitativo   en   las   ciencias   de   la   educación   al proponer  una nueva mirada  sobre   cómo  trabaja  la  cultura dominante para  legitimar ciertas relaciones sociales. La propuesta liberadora parte de una mirada dialéctica de la cultura, según la cual, ésta no solo contiene una forma de dominación, sino además las bases para que los oprimidos puedan interpretar la realidad y transformarla según sus propios   intereses.  Los   fundamentos   de   su  propuesta   pedagógica   se   basan   en  que   el proceso educativo ha de estar centrado en el entorno de los alumnos.  Su
publicación  más   conocida;   Pedagogía   del   oprimido   (1999),   está   dedicada   a   los   que trabajan la tierra y a los que se identifican con los pobres, sufren con ellos y luchan por ellos. Para   tales   fines,  Freire   (1999)   tuvo   que   recurrir   a   ciertas  nociones   básicas   y  hasta entonces escasamente utilizadas en el lenguaje de la pedagogía, como es el caso del poder, la   deshumanización,   concientización,   ideología,   emancipación,   oprimido,   opresor, dialogicidad.   antidialogicidad,   concepción   bancaria   de   la   educación,   educación
problematizadora,   radicalización,   sociedad   cerrada,   sociedad   en   transición,
democratización, conciencia intransitiva, conciencia ingenua o mágica, conciencia crítica, educación  liberadora,  alfabetización y otros muchos que han contribuido a criticar  los mecanismos más usualmente utilizados en política de alfabetización, en tanto reducen los procesos de  lectura,  escritura y pensamiento   a meras  técnicas alienantes que no solo ignoran la cultura del oprimido, sino que además contribuyen a fortalecer las ideologías dominantes. 
Deshumanización:  Freire   señala  la  “deshumanización”   como   consecuencia de  la opresión.  Esta,  afecta no solamente a los oprimidos sino también a aquellos que oprimen.
Educación Bancaria: En  la educación bancaria  la  contradicción es  mantenida y
estimulada ya que no existe  liberación superadora posible.  El  educando,  sólo un
objeto en el proceso, padece pasivamente la acción de su educador, el saber es como un depósito.
Educación   Problematizadora:   La   propuesta   de   Freire   niega   el   sistema
unidireccional  propuesto por la “Educación bancaria” ya que da existencia a una
comunicación de ida y vuelta constituyéndose un diálogo liberador.
La dialogicidad: El diálogo es este encuentro de los hombres, mediatizados por el
mundo, para pronunciarlo no agotándose, por lo tanto, en la mera relación yo-tú, es la esencia de la educación como práctica de libertad.
Finalmente,  en esta  corriente pedagógica  se hace patente   la deuda que   tenemos   con Freire en el  sentido de haber concebido y experimentado un sistema de educación,  así como una filosofía educativa, que se centró en las posibilidades humanas de creatividad y libertad en medio de estructuras político-económicas y culturales opresivas. Su objetivo es descubrir y aplicar soluciones liberadoras por medio de la interacción y la transformación social,  gracias al proceso de “concientización”.  Es importante mencionar como colofón a esta corriente pedagógica,   la posibilidad de precisar más a  fondo  la  cuestión de si  se puede llevar a cabo una labor radical de educación popular en el marco de instituciones estatales o de proyectos financiados por el Estado.












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